Hace no demasiados años hablar de compras online era algo que levantaba sospechas. La gente desconfiaba de las tiendas no-físicas y de introducir sus datos en una página web sin saber bien quién estuviese del otro lado.
Podemos afirmar que, en el año 2022, ya el e-commerce es un modelo de negocio rentable, popular y ampliamente extendido.
La pandemia ha, desde luego, terminado de asentar este modelo de realizar compras de forma rápida y cómoda.
El mundo de la moda es el que mejor ha sabido sacar tajada de esto. Ya es común comprar todo tipo de artículos y prendas en tiendas online, casi más que en las tiendas físicas.
Si ya tienes un fashion e-commerce y quieres saber como hacer para que crezca, siga creciendo o aumente su volumen de crecimiento, te interesará seguir leyendo.
No podemos pretender que nuestro e-commerce crezca, sin saber exactamente lo que tenemos entre manos.
Es imperativo conocer a fondo cada detalle, producto y estrategia que llevamos a cabo. De esta manera, no solo podremos tener todo bajo control, sino que también nos permitirá conocer nuestro potencial.
Debemos ponernos objetivos para poder alcanzar la meta final que es escalar el crecimiento de nuestro e-commerce. Pero para eso, los objetivos deben ser realistas y alcanzables. De lo contrario puede ser contraproducente.
Para poder poner objetivos realistas y alcanzables, es necesario que tengamos un conocimiento y control total de nuestro negocio. De esta manera vamos a poder encontrar el equilibrio entre un objetivo realista, pero que, a la vez, nos suponga un reto.
Para ello, debemos conocer y tener bajo control todo el proceso de comercialización: desde el momento en que las prendas llegan al almacén, incluyendo conocer al distribuidor y transportista, hasta que el paquete es recibido en última instancia por el cliente, incluyendo sus datos, producto, fecha de recepción y, también en este caso, transportista.
Solo si realmente conocemos todo lo que sucede en nuestro negocio, desde el primer engranaje hasta la llegada del producto al cliente, podremos estar capacitados para poner objetivos reales que nos ayuden a mejorar.
No todo es conocimiento propio. También hay que saber en qué mercado nos movemos y qué rol podemos ocupar en él.
Si bien las comparaciones no siempre ayudan, a veces es necesario ver quienes son nuestros competidores directos para poder tener un punto de vista objetivo sobre nuestro negocio.
De nada sirve analizar a fondo el interior de nuestro e-commerce si no podemos ponerlo en comparación con otros casos. Debemos poner nuestra oferta en perspectiva, y para ello necesitamos analizar el resto de ofertas.
Estudiar el mercado nos puede ayudar, por ejemplo, a saber si nuestros precios son competitivos, si nuestra tienda online resulta actual y atractiva o si el servicio que ofrecemos es realmente óptimo.
No queremos quedarnos atrás, pero, evidentemente, tampoco queremos copiar otras estrategias. Hay que saber sacar provecho de cada caso y extraer ideas originales sobre cómo podemos mejorar.
Esto también nos servirá para discernir qué es lo que nos hace diferentes al resto. Una vez que sabemos cuál es nuestro punto fuerte y nuestro diferencial, podemos potenciarlo para así hacerlo nuestra seña de identidad.
Por ejemplo, si ofrecemos un servicio más rápido de entrega que el resto de los competidores. En ese caso debemos asegurarnos que siga funcionando de manera óptima, que los clientes potenciales sepan que es nuestro punto fuerte y, a la vez, buscar maneras para mejorarlo aún más si es posible.
También existe la dicotomía entre ofrecer prendas de alta calidad a un precio más elevado, o prendas a un precio muy bajo, pero de calidad equivalente. Evidentemente, cada una atraerá un público distinto y el tipo de negocio y estrategia será distinto.
En el primer caso, se puede hacer más hincapié en la salvaguarda del medio ambiente, la calidad y en el valor añadido de cada prenda, ya que el precio puede hacer que los clientes se lo piensen dos veces.
Mientras que el segundo se trata del llamado fast-fashion cuya mayor baza es el precio bajo. Si bien es implícito, se entiende que no se trata de la mejor calidad, pero sí del precio más accesible.
Otro ejemplo que puede ser útil en varios aspectos es ofrecer gran variedad de tallas inclusivas en nuestro ecommerce de moda. Por un lado, ampliamos el espectro de la clientela. Al incluir más tallas, serán más los clientes que puedan comprar nuestras prendas. Por otro lado, desde el punto de vista del marketing puede ser un diferencial que haga que mejore sustancialmente nuestra imagen y que nos haga destacar frente al resto de la competencia.
No necesariamente convertir nuestra tienda en un ecommerce exclusivo de tallas grandes, pero sí incluir una mayor amplitud de tallas puede resultar muy beneficiosos tanto para los clientes como para nuestra tienda.
La experiencia del usuario o UX, como también se la llama, es cómo percibe quien visita nuestra web, su paso por ella. Todo negocio online tiene un camino que se recorre desde que se llega a la web hasta que se realiza la compra, también llamado customer journey.
Este camino puede resultar cómodo, rápido, sencillo e intuitivo o, por el contrario, puede ser una pesadilla para el cliente. Una mala experiencia o muchos obstáculos a la hora de finalizar la compra pueden resultar en pérdidas en lo que a ventas se refiere.
Una tienda online debe tener un feed cuidado, intuitivo e informativo. Cada producto debe tener, como mínimo:
A la hora de incluir fotos, es importante intercalar fotos de prendas solamente, con imágenes de personas reales utilizando la ropa.
De este modo, además de quitarle monotonía a la página, ayudamos a que los clientes entiendan mejor cómo funciona y cómo puede quedar cada prenda.
Además, dotar cada prenda de un contexto, hace que los clientes puedan imaginar posibilidades de combinaciones, colores o conjuntos que una foto normal simplemente no transmite. Algo que, evidentemente, puede ayudarnos con las ventas.
Esto es simplemente lo básico, dependiendo del producto, pueden ser necesarios otros campos más descriptivos. Si bien es verdad que menos es más, hay que saber encontrar el equilibrio entre una página recargada y una vacía.
Dividir los productos por categorías también puede ser útil para los clientes. Más allá de separar, por ejemplo, todas las camisas y pantalones, también se pueden aplicar otros filtros: colores, tamaños, colecciones, etc.
De este modo, el cliente puede llegar a las prendas que busca, sin importar cuál sea su punto de partida.
El uso de softwares para automatizar gestiones no es algo necesario e imperativo para el funcionamiento de un e-commerce, pero desde luego es muy recomendable. Puede suponer un ahorro en tiempo y gastos considerable a largo plazo.
Cada e-commerce tiene su propio funcionamiento y podrá aplicar distintas herramientas. El uso de un CMS o un gestor del feed es casi obligatorio, ya que sin ellos es muy difícil que nuestro negocio tenga éxito.
Por otro lado, un software de gestión empresarial puede aplicarse también a nuestro e-commerce, sin importar el tamaño. Nos puede ayudar a organizar y gestionar de manera más eficaz los procesos internos de nuestra empresa.
Además, nos interesan herramientas que nos ayuden a medir y analizar nuestros datos. Pueden ser herramientas de analítica para poder conocer las visitas, compras, ratio de conversión o clics en nuestra web; o herramientas que midan las ventas, productividad y uso de recursos de nuestro negocio.
En ambos casos, estos datos pueden servirnos para encontrar errores o fallos y tomar medidas que los solucionen.
Una buena estrategia de marketing es imprescindible si queremos que nuestro negocio sea conocido. Como ya hemos visto anteriormente, una prenda de calidad no necesariamente implica ventas. Una buena estrategia de marketing, por el contrario, sí.
La mejor manera de realizar una buena estrategia de marketing es segmentando nuestra audiencia. Si utilizamos herramientas de analítica de las que hablamos anteriormente, o un CRM, que puede estar integrado en el software de gestión, tendremos a nuestra disposición muchos datos de nuestros clientes.
Con ellos podremos crear un buyer persona, o un cliente medio. De esta manera, nuestra estrategia de marketing puede apuntar a este perfil en particular o, por el contrario, a otro más amplio, si lo que queremos es ampliar el tipo de perfiles que nos visitan.
Marcas de gama alta, como Gucci, Louis Vuiton o Prada, que siempre han tenido una imagen elitista, de clase alta y exclusivamente para lo más alto de la sociedad, han sabido aprovechar esta información.
A raíz del trap y los géneros musicales urbanos más recientes, estas marcas han pasado a ser una inspiración para millones de jóvenes que, pocos años antes, jamás habían siquiera mirado estos escaparates.
Aprovechando el tirón, estos gigantes de la moda han empezado a utilizar modelos cada vez más relevantes para esta generación: como cantantes, influencers e, incluso, futbolistas.
También algunas se han decantado por crear colecciones que se acerquen más a la ropa cotidiana de la calle, que a la alta costura. Incluyendo camisetas, sudaderas, gorras y sneakers a su catálogo.
Aunque simplemente parezcan un medio para captar clientes, las redes sociales pueden ser muy útiles para realizar ventas directas.
Anteriormente, tener un perfil solo servía para atraer clientes, mejorar nuestra comunicación e imagen o añadir un enlace a nuestra tienda.
Los desarrolladores detrás de las redes se han dado cuenta de la gran cantidad de tiendas de moda que utilizaban sus servicios para promocionarse y el potencial que tenían y han lentamente empezado a implementar mini-tiendas internas llamadas compras en Instagram que pueden añadirse dentro de sus propios perfiles comerciales.
De esta forma, un cliente que accede a nuestro perfil, además del contenido, puede ver todas las prendas, precios y características junto con un enlace directo a la prenda en nuestra web.
Si bien implica sacrificar el número de visitas de nuestro e-commerce, el ratio de conversión aumentará de manera exponencial y las ventas también.
Además, el sistema de etiquetado permite también añadir enlaces a los productos también en fotos o vídeos. Si publicamos, por ejemplo, una foto de editorial o un photoshoot de una colección en la que aparecen determinados productos o prendas, es posible etiquetarlas y añadir un enlace directo con su nombre y precio.
Cuantas más maneras y facilidades tengan los clientes de acceder a los productos o la información, más probable es que terminen realizando la compra.
Podemos tener la mejor descripción de productos, el feed más intuitivo y completo o el mejor servicio del mundo. Pero nada influye tanto en los visitantes de nuestra tienda como las opiniones de otros clientes.
El UGC o contenido generado por usuarios puede enriquecer y ser un gran atractivo para potenciales clientes. Opiniones positivas de otros clientes sobre nuestro servicio, los productos o la atención al cliente pueden ayudar a que los clientes se decidan comprar nuestros productos frente a otros.
Pueden estar colocados junto a cada producto o en la home de nuestra web, lo importante es que si los clientes nos valoran positivamente, todos los que nos visitan puedan saberlo.
Como habrás podido leer, no siempre son necesarios grandes cambios ni una gran inversión para escalar el crecimiento de tu e-commerce de moda. Solo necesitamos inversión de tiempo y dedicación para poder analizar qué aspectos podemos mejorar y cómo podemos ofrecer una mejor experiencia de compra para los clientes.
Con ponernos en perspectiva, ser objetivos y utilizar todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición puede ser suficiente.
Estancarse es un riesgo que no podemos permitirnos y que puede obstaculizar la escalada de nuestro e-commerce de moda. Por eso hay que estar constantemente formándose, en busca de nuevas soluciones y nunca bajar la guardia.
El mundo del ecommerce de la moda es muy extenso y la competencia, por tanto, es también muy grande. Nuestra marca debe conseguir hacerse un hueco, ya sea por la calidad de nuestras prendas o por el trato con el cliente.
La estrategia de marketing que elijamos también juega un rol importante. El mundo de la moda online y el marketing digital van de la mano y se complementan para que podamos llevar a nuestra marca a lo más alto.